En Puebla se murmuran varias y, aprovechando las fechas vecinas, les traemos las 5 leyendas que seguramente los que habitamos aquí en algún momento hemos escuchado. Te recomiendo leer también las leyendas de estas 4 casas en Puebla.
Cada ciudad, cada pueblo, cada lugar tiene siempre al menos una leyenda, un cuento, historia, curiosidad que ofrecer a aquellas personas que lo visitan. Algunas son un tanto fantasiosas, otras historias verdaderas que preferimos no comprobar con nuestros propios ojos.
1. Los Túneles de Puebla.
Una de las leyendas de Puebla más populares. Durante años se han escuchado muchos dimes y diretes de la existencia de pasadizos secretos que unían a toda la ciudad de manera subterránea. Pero, ¿de dónde salieron estas teorías descabelladas?
Esta leyenda empieza desde épocas Porfiristas, cuando gente de seguridad del Palacio Municipal aseguraba no tener idea de cómo el presidente podía estar en un momento en el Palacio y en otro en la Catedral sin ser visto o haber cruzado por la puerta principal.
Luego existe una anécdota de un hombre que aseguraba que había dinero y oro enterrado en una de las casonas donde ahora está el Sol de Puebla. En aquel entonces existían dos casas gemelas, de las cuales sólo uno de los dueños accedió a que se hiciera una excavación dándole fé a este pobre individuo. Al hacer tremendo agujero se toparon con un túnel que conectaba con la cisterna de agua del vecino. Al hablarlo con él, confesó que se había topado con el mismo túnel al momento de mandar hacer dicha cisterna.
Otros por ahí cuentan que unos ladrones, tratando de huir de la policía, se encontraron con un pasadizo en la Catedral de Puebla que conectaba varios metros más adelante con un pozo donde un par de niños jugaban. Fueron ellos quienes reportaron a las autoridades que unos hombres habían salido de dicho pozo sin saber cómo.
Hay varias teorías que no han sido probadas gracias al temor de encontrarse con gases que pudieran perjudicar la salud de aquellos aventureros que se animaran a cavar, pero lo cierto es que por lo menos dos el día de hoy son incluso de entretenimiento turístico.
La pregunta es y seguirá siendo: ¿realmente son túneles? ¿existirán más pasajes bajo nosotros? Y lo más importante, ¿para que los ocupaban nuestros ancestros?
2. El Puente de Ovando
Este puente del Boulevard 5 de Mayo cuya función es… ¿era? Atravesar el Río de San Francisco a simple vista se ve inofensivo… e inútil, tal vez. Pero no crean todo lo que ven.
Cuenta la leyenda que en el siglo XVIII la cabeza de la familia Ovando (familia que era de alta sociedad) mandó hacer este puente para unir su hermosa propiedad con el resto de la ciudad (porque antes pues, sí, el río no los dejaba pasar). Entonces ya se imaginarán el resto de la historia: la hija del señor Ovando se enamoró perdidamente de un muchacho que no era de la alta alcurnia por lo que su amor estaba prohibido. Ante la negativa del padre porque estos dos se unieran, la joven decidió entregarse a escondidas a su amado para que así su padre los obligara a casarse.
Al ser descubiertos en el acto por el hermano mayor de ella, el arrebato de locura y enojo lo llevaron a tomar un arma que apuntaba al muchacho. El amor de su hermana se interpuso y, al tirar del gatillo, la bala atravesó el corazón de ella matándola casi de inmediato. A continuación, tras una riña entre el hermano y el joven enamorado, el primero le degolló el cuello al otro dejándolo tendido en el suelo junto a su amada.
Nunca se le presentaron cargos al noble… porque #noble. Sin embargo, poco después su cuerpo fue hallado sin vida en el mismo puente de su padre. Ovando cayó en depresión y, refugiado en el alcohol, vagaba sin fin por el puente sin esperanzas. Hasta que una noche, camino a su morada, encontró a una mujer de aspecto espeluznante rogándole por una moneda. El padre, al negarse, vio con horror la cara de la mujer: “¿Acaso no me reconoces, padre?”. Horrorizado saltó del puente, muriendo al instante.
Desde aquel entonces y hasta la fecha la leyenda cuenta que existe una tremenda actividad paranormal en aquel puente que alteran a todo aquel que pase por ahí a altas horas de la noche.
3. La Fuente de los Muñecos
Posiblemente una de las leyendas más populares de Puebla. Esta famosa fuente de los muñecos se localiza en el barrio de Xonaca y es monumento de una terrible tragedia. Cuenta la leyenda que cerca del año 1937 la gente adinerada construía casas de verano llamadas quintas para pasar las vacaciones con sus familias. Uno de los propietarios de éstas fue el, en ese entonces, gobernador de Puebla Maximillo Ávila Camacho. En ella trabajaba un hombre que vivía con sus hijos de 6 y 7 años. Los niños siempre andaban juntos, caminando por las calles, jugando y riendo.
Un día lluvioso, los hermanos salieron con paraguas camino a la escuela y nunca regresaron. El padre y varios vecinos del barrio de Xonaca buscaron por días y sin éxito a los pequeños, concluyendo que habían caído a un poso de agua que había en aquella quinta donde su padre trabajaba. A tal acontecimiento, el gobernador Ávila Camacho, hizo que se construyera aquella fuente conmemorativa por la pérdida de ambos pequeños.
Existen muchos rumores de gente que asegura ver moverse a las estatuas en la noche. Que todavía se escuchan risas y pisadas por esos rumbos. ¿A quién le gustaría comprobar la veracidad de estos rumores?
4. El Callejón del Muerto
En el año 1875 en una noche lluviosa, una mujer en labor de parto hizo que su marido saliera a las 3 de la mañana con su sombrero puesto en busca de Dona Simonita, la partera.
El caballero, Don Priego, se dirigía con inseguridad en busca de la mujer que ayudara a su esposa y su futuro hijo. Caminando hacia la Parroquia de Analco, tomó el antiguo callejón de Yllescas donde fue atacado por un hombre con espada cuya intención era quitarle su oro o dejarlo sin vida. Real sorpresa que se llevó el asaltante cuando las habilidades de Don Priego le hicieron cambiar la jugada y no dudo en apuñalarlo con su propia arma dejándolo tirado en medio de la nada.
Siguió su camino por la partera, de regreso no tomó el mismo callejón y en su lugar cruzó por el puente de ovando. Al devolverla a la Parroquia, la curiosidad lo condujo de vuelta al callejón donde encontró a varios curiosos que rezaban por el alma del desconocido que yacía muerto en el pavimento.
Años después, un hombre se acercó al padre Francisco Ávila, quien estaba por cerrar la parroquia de Analco, para confesarle sus pecados. Rogándole por la absolución, el padre no tuvo corazón para negarse y le concedió el perdón después de desembuchar sus terribles acciones. Acto seguido, el hombre se desvaneció ante los ojos del Padre.
El callejón adoptó el nombre del Callejón del Muerto e incluso se mandó colocar un altar con una cruz blanca en una de las casas por dichos eventos. La leyenda dice que si lo atraviesas de madrugada todavía se pueden escuchar lamentos de aquel hombre…
Este callejón actualmente se encuentra en la calle 12 sur, entre la 3 y la 5 oriente.
5. Catedral de Puebla
Pues no, perdónenme pero en este conteo no podía dejar fuera a nuestra bellísima Catedral que es un deleite para los ojos de poblanos y turistas por igual; y que cuenta con una de las leyendas más famosas de Puebla.
La Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción (sí, ese es su nombre completo) empezó a construirse en 1575 y fue consagrada el 18 de Abril de 1649. En el interior de una de sus paredes, se lee la inscripción que dice haber sido hecha por el maestro mayor Carlos García Durango.
La Catedral cuenta con 5 accesos, el gran atrio rodeado por 58 ángeles y diez campanas de las cuales la más grande, llamada Santa María de la Concepción, es la protagonista de nuestra leyenda.
Se cuenta que en su construcción, los trabajadores pasaron 30 días tratando de subir dichosa campana que pesaba alrededor de 8 toneladas. Sin éxito, una noche se fueron todos a casa después de su jornada laboral y el guardia que se quedaba vigilando la construcción se quedó dormido. En su sueño profundo visualizó varios ángeles bajando del cielo para recoger tan pesada campana y colocándola en su sitio a lo alto de la Catedral. Al despertar, escuchó los repiques de la campana y quedó en shock al percatarse de que su sueño se había cumplido.
De esta leyenda sale la idea de nombrar nuestra ciudad Puebla de Los Ángeles y de igual forma colocar 58 ángeles custodios alrededor de la Catedral.
Y tú, ¿conoces otras leyendas de Puebla?
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